En nuestro día a día, la columna vertebral cumple una función esencial, además de ser el soporte de nuestro cuerpo, es también un eje que permite el movimiento y protege estructuras fundamentales como la médula espinal. Sin embargo, ciertas condiciones pueden alterar su alineación natural, como es el caso de la escoliosis en adultos. Este trastorno afecta a personas de todas las edades, pero su manifestación en adultos presenta características específicas que vale la pena comprender en detalle.
¿Qué es la escoliosis?
La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral que genera una desviación en forma de «S» o «C» al observar la espalda desde atrás. Aunque una ligera asimetría en la columna puede ser normal, en la escoliosis esta curvatura supera los límites que se consideran saludables y puede estar asociada con otros síntomas, como dolor o dificultades funcionales.
Esta condición puede ser idiopática (de causa desconocida), degenerativa (relacionada con el desgaste por la edad), congénita (debido a malformaciones presentes al nacer) o secundaria a otras enfermedades. En los adultos, la escoliosis suele ser consecuencia del envejecimiento de los discos intervertebrales y las articulaciones de la columna, pero también puede tratarse de una progresión de escoliosis diagnosticada en la niñez.
Diferencias entre escoliosis en adultos y en niños
Aunque la escoliosis afecta tanto a adultos como a niños, hay diferencias notables en cómo se manifiesta y en su manejo clínico.
En los niños, la escoliosis suele detectarse durante el crecimiento, especialmente en la adolescencia, una etapa en la que los cambios físicos son rápidos. Es común que no presenten síntomas de dolor, pero las desviaciones importantes pueden generar preocupaciones estéticas o, en casos severos, afectar la función pulmonar y cardíaca. Por esta razón, el tratamiento en esta etapa se centra en prevenir la progresión de la curvatura durante el crecimiento mediante el uso de corsés ortopédicos o, en situaciones más graves, cirugía correctiva.
En los adultos, la escoliosis puede surgir como una condición primaria o ser una continuación de una escoliosis infantil que no recibió tratamiento. A diferencia de los niños, los adultos a menudo experimentan dolor debido al desgaste de las articulaciones y discos vertebrales, así como tensiones musculares asociadas. Además, la escoliosis degenerativa, típica en personas mayores, puede acompañarse de problemas neurológicos como entumecimiento o debilidad en las extremidades debido a la compresión de nervios.
Si bien el manejo clínico de la escoliosis en adultos puede incluir estrategias no quirúrgicas como fisioterapia y medicación, los casos avanzados pueden requerir intervenciones quirúrgicas para mejorar la calidad de vida.
Aunque la escoliosis es una condición compartida entre diferentes grupos etarios, su presentación y tratamiento varían según la etapa de la vida. Esto subraya la importancia de un enfoque personalizado para cada paciente, algo que en Spineax consideramos fundamental en el cuidado de la salud de la columna.
Escoliosis en adultos: comprensión básica
Como mencionamos anteriormente, la escoliosis en adultos es una condición compleja que se caracteriza por una curvatura anómala de la columna vertebral en personas que han superado la etapa de crecimiento. Esta condición puede influir en diversos aspectos de la vida diaria, desde el bienestar físico hasta la capacidad para realizar actividades cotidianas. Para entender mejor su impacto, es fundamental explorar sus características y clasificaciones.
Definición de escoliosis en adultos
Cuando hablamos de escoliosis en adultos, nos referimos a una desviación lateral de la columna vertebral que supera los 10 grados en la medición mediante el método de Cobb, una técnica radiológica estándar. Esta curvatura puede ir acompañada de rotaciones vertebrales que afectan la simetría corporal. A diferencia de la escoliosis infantil o adolescente, la versión adulta de esta enfermedad suele presentar síntomas más evidentes, como dolor crónico, rigidez en la espalda y en algunos casos, pérdida de funcionalidad.
La escoliosis en adultos puede desarrollarse por múltiples razones, desde cambios degenerativos propios del envejecimiento hasta la progresión de una escoliosis no tratada durante la infancia. Independientemente de su origen, esta condición debe ser abordada de manera individualizada, ya que su manejo puede variar significativamente dependiendo de las características de cada caso.

Tipos de escoliosis en adultos
La escoliosis en adultos se clasifica en varias categorías según su causa y evolución. Cada tipo tiene particularidades que determinan los síntomas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento. A continuación, describimos las principales variantes de esta condición:
Escoliosis degenerativa
La escoliosis degenerativa, también conocida como escoliosis de inicio tardío, es la forma más común de escoliosis en adultos. Este tipo surge debido al desgaste progresivo de los discos intervertebrales y las articulaciones facetarias de la columna, un proceso natural asociado con el envejecimiento.
Con el tiempo, estos cambios degenerativos pueden provocar el colapso asimétrico de los discos y el desplazamiento vertebral, lo que resulta en una curvatura anormal. Los pacientes con escoliosis degenerativa suelen presentar dolor lumbar, rigidez y, en casos avanzados, síntomas neurológicos como entumecimiento o debilidad en las piernas debido a la compresión de las raíces nerviosas.
Escoliosis idiopática del adulto
La escoliosis idiopática del adulto ocurre cuando una escoliosis detectada durante la infancia o adolescencia progresa a lo largo de los años. En este tipo de escoliosis, la causa inicial de la curvatura es desconocida, pero puede estar relacionada con factores genéticos o un desarrollo anómalo de la columna durante el crecimiento.
En la etapa adulta, esta escoliosis puede comenzar a manifestar síntomas que antes no estaban presentes, como dolor de espalda crónico o fatiga muscular. La progresión de la curvatura en este grupo puede estar influenciada por factores como la falta de tratamiento en la juventud, el envejecimiento natural y el estilo de vida.
Escoliosis secundaria a condiciones previas
En algunos casos, la escoliosis en adultos es una consecuencia de otras afecciones o eventos que afectan la estabilidad de la columna. Entre estas causas se incluyen malformaciones congénitas no tratadas, lesiones traumáticas, infecciones, cirugía espinal previa o enfermedades neuromusculares como la parálisis cerebral o la distrofia muscular.
Este tipo de escoliosis es especialmente complejo, ya que los pacientes a menudo enfrentan una combinación de síntomas relacionados tanto con la curvatura de la columna como con la condición subyacente. Por ejemplo, una escoliosis secundaria a una cirugía previa podría implicar cicatrices o alteraciones biomecánicas que agraven el cuadro clínico.
Causas de la escoliosis en adultos
La escoliosis en adultos puede tener orígenes diversos, lo que hace fundamental identificar la causa específica en cada paciente para diseñar un plan de manejo adecuado. Aunque en muchos casos la escoliosis en esta etapa de la vida es una continuación de problemas previos, en otros se desarrolla de manera espontánea debido a cambios estructurales y funcionales en la columna vertebral. A continuación, exploramos las principales causas.
Factores degenerativos: el envejecimiento de la columna
El envejecimiento natural es una de las causas más comunes de escoliosis en adultos, conocida como escoliosis degenerativa o de inicio tardío. A medida que envejecemos, los discos intervertebrales, que actúan como amortiguadores entre las vértebras, comienzan a deshidratarse y perder altura. Este proceso, llamado degeneración discal, reduce la estabilidad de la columna y puede llevar a una inclinación anormal de las vértebras.
Además, las articulaciones facetarias, responsables de la movilidad de la columna, también sufren cambios artrósicos con el tiempo. Estos cambios generan un colapso asimétrico que favorece la formación de una curva escoliótica. Este tipo de escoliosis suele observarse en personas mayores y, con frecuencia, se acompaña de síntomas como dolor lumbar crónico, rigidez y, en casos más graves, compresión de raíces nerviosas que puede ocasionar debilidad o entumecimiento en las piernas.
Enfermedades subyacentes relacionadas
En algunos adultos, la escoliosis se desarrolla como resultado de enfermedades que afectan la musculatura, los nervios o los huesos. Las afecciones neuromusculares, como la distrofia muscular, la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral, pueden debilitar la musculatura de soporte de la columna, lo que lleva a una pérdida de equilibrio y a la formación de curvas anormales.
Por otro lado, las enfermedades metabólicas, como la osteoporosis, también desempeñan un rol importante. La pérdida de densidad ósea en la osteoporosis hace que las vértebras se vuelvan más frágiles y susceptibles a fracturas, lo que puede provocar un colapso vertebral que desencadene una curvatura escoliótica. Además, las infecciones o tumores espinales pueden alterar la arquitectura de la columna y contribuir al desarrollo de la escoliosis.
Malformaciones congénitas no tratadas
En algunos casos, la escoliosis en adultos tiene su origen en malformaciones congénitas presentes desde el nacimiento. Estas anomalías, como la fusión incompleta o el desarrollo asimétrico de las vértebras, pueden pasar desapercibidas durante la infancia y manifestarse en la adultez cuando los tejidos circundantes comienzan a sufrir el impacto de la curvatura.
Si no se tratan adecuadamente durante la niñez o adolescencia, estas malformaciones pueden progresar con el tiempo, causando síntomas en la edad adulta como dolor, deformidad visible y problemas funcionales. La gravedad de este tipo de escoliosis depende de la naturaleza de la malformación y de la presencia de complicaciones asociadas, como la compresión de nervios o la reducción de la capacidad respiratoria en casos severos.

Síntomas y diagnóstico de la escoliosis en adultos
La escoliosis en adultos, al afectar la estructura de la columna, tiene un impacto directo en la cotidianidad de las personas. Reconocer los síntomas de manera temprana y realizar un diagnóstico preciso son pasos fundamentales para abordar esta condición de manera efectiva.
Principales signos y síntomas
La presentación clínica de la escoliosis en adultos varía según la gravedad de la curvatura, su ubicación en la columna y la causa subyacente. Aunque algunos casos pueden ser asintomáticos, la mayoría de los pacientes experimentan una combinación de molestias físicas y alteraciones funcionales.
Dolor en la espalda baja
El dolor lumbar es uno de los síntomas más comunes en adultos con escoliosis. Este dolor puede deberse a la tensión muscular causada por el desbalance de la columna, el desgaste de los discos intervertebrales o la artritis en las articulaciones facetarias. En algunos casos, el dolor también puede irradiarse hacia las piernas si hay compresión de las raíces nerviosas.
Este síntoma suele empeorar con la actividad física prolongada y al mantener posiciones estáticas, como estar de pie durante largos periodos.
Desbalance postural
La escoliosis puede alterar la alineación natural del cuerpo, lo que resulta en un desbalance visible. Algunos signos incluyen un hombro más elevado que el otro, una cintura asimétrica o una inclinación del tronco hacia un lado. Estas alteraciones no solo afectan la apariencia estética, sino que también pueden generar dificultades para realizar tareas cotidianas.
En casos más avanzados, el desbalance postural puede ocasionar fatiga muscular, ya que el cuerpo necesita realizar un esfuerzo adicional para mantener el equilibrio.
Complicaciones respiratorias en casos severos
Cuando la curvatura de la columna es muy pronunciada, especialmente si afecta la región torácica, puede disminuir la capacidad pulmonar al restringir el movimiento normal de la caja torácica. Esto puede llevar a síntomas como dificultad para respirar durante el ejercicio o incluso en reposo, en casos más graves. Aunque menos frecuente, esta complicación subraya la importancia de un seguimiento adecuado en los pacientes con escoliosis avanzada.
Cómo se diagnostica la escoliosis en adultos
Un diagnóstico adecuado de la escoliosis en adultos es esencial para determinar la gravedad de la curvatura y establecer un plan de tratamiento personalizado. Este proceso incluye una evaluación clínica detallada y el uso de herramientas de imagen que permiten un análisis preciso de la columna.
Exámenes clínicos
El diagnóstico comienza con una consulta médica en la que se evalúan los síntomas y el historial médico del paciente. Durante el examen físico, el especialista observa la alineación de los hombros, la cintura y las caderas, así como posibles asimetrías visibles en la espalda.
También se pueden realizar pruebas específicas, como la prueba de inclinación hacia adelante (prueba de Adams), que ayuda a detectar protuberancias anormales en la columna. Si el paciente refiere dolor o signos de compresión nerviosa, el médico también evalúa la sensibilidad, fuerza muscular y reflejos de las extremidades.
Uso de radiografías y otras imágenes diagnósticas
Las radiografías son el método de imagen más común para confirmar la presencia de escoliosis y medir la magnitud de la curvatura mediante el ángulo de Cobb. Estas imágenes permiten identificar la localización exacta de la curvatura y cualquier posible desgaste o anomalía estructural en la columna.
En casos complejos, se pueden utilizar estudios adicionales, como la tomografía computarizada (TAC) o la resonancia magnética (RMN). Estas herramientas ofrecen información detallada sobre los tejidos blandos, las raíces nerviosas y la médula espinal, lo que es especialmente útil si se sospecha compresión nerviosa o problemas asociados.

Opciones de tratamiento para la escoliosis en adultos
El manejo de la escoliosis en adultos se adapta a las necesidades y condiciones específicas de cada paciente. Las opciones de tratamiento pueden variar desde intervenciones no quirúrgicas, orientadas al alivio de los síntomas y la mejora funcional, hasta procedimientos quirúrgicos para los casos más avanzados. A continuación, exploramos estas alternativas en detalle.
Tratamientos no quirúrgicos
Los enfoques no quirúrgicos son la primera línea de tratamiento para la mayoría de los pacientes con escoliosis en adultos. Están diseñados para controlar los síntomas, mejorar la calidad de vida y prevenir la progresión de la curvatura en aquellos casos en los que no se requiere una cirugía inmediata.
Fisioterapia
La fisioterapia es una herramienta fundamental para tratar la escoliosis en adultos. Los programas personalizados de ejercicios ayudan a fortalecer los músculos que sostienen la columna, mejorar la postura y aumentar la flexibilidad. Estos ejercicios también pueden aliviar la tensión muscular causada por la desalineación de la columna y reducir el dolor asociado.
En Spineax, implementamos técnicas específicas y enfoques terapéuticos reconocidos a nivel mundial que combinan ejercicios de respiración, estiramientos y corrección postural para manejar la escoliosis de manera efectiva.
Uso de ortesis (corsés)
Aunque los corsés son más comunes en niños y adolescentes en crecimiento, también pueden utilizarse en adultos para proporcionar soporte adicional a la columna y aliviar el dolor. Estos dispositivos son particularmente útiles en pacientes con escoliosis degenerativa que presentan inestabilidad en la columna.
Los corsés modernos están diseñados para ser cómodos y discretos, permitiendo que los pacientes realicen sus actividades diarias sin inconvenientes mientras reciben el apoyo necesario.
Terapias farmacológicas para el control del dolor
Para los pacientes que experimentan dolor crónico debido a la escoliosis, las terapias farmacológicas pueden ser una parte importante del tratamiento. Se utilizan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para reducir la inflamación y aliviar el dolor, junto con relajantes musculares si hay espasmos asociados.
En casos de dolor más severo, se pueden considerar inyecciones de esteroides o bloqueos nerviosos, que ofrecen alivio temporal al reducir la inflamación alrededor de las raíces nerviosas comprimidas.
Opciones quirúrgicas
Cuando la escoliosis en adultos avanza hasta el punto en que los tratamientos no quirúrgicos no son suficientes para controlar los síntomas o mejorar la calidad de vida, puede ser necesario recurrir a la cirugía. Este tipo de intervención está diseñado para corregir la curvatura, estabilizar la columna y aliviar los síntomas asociados, como el dolor o la compresión nerviosa.
Tipos de cirugía para escoliosis
Las cirugías más comunes para la escoliosis incluyen:
Fusión espinal
Este procedimiento une permanentemente dos o más vértebras para estabilizar la columna. Se colocan injertos óseos y, en algunos casos, tornillos y barras metálicas para corregir la curvatura y mantenerla en posición.
Descompresión
En casos donde hay compresión nerviosa significativa, este procedimiento elimina partes del hueso o disco que están ejerciendo presión sobre los nervios.
Técnicas mínimamente invasivas
Estas incluyen la corrección de curvaturas leves con incisiones pequeñas, lo que reduce el tiempo de recuperación y el riesgo de complicaciones.
Indicaciones para optar por cirugía
La cirugía se considera una opción cuando:
- El dolor no puede ser controlado con tratamientos conservadores.
- La curvatura progresa rápidamente, comprometiendo la estabilidad de la columna.
- Hay compresión de raíces nerviosas que provoca debilidad, entumecimiento o pérdida de control en las extremidades.
- La deformidad afecta de manera considerable la calidad de vida o la función respiratoria.
Resultados y recuperación postquirúrgica
Los avances en las técnicas quirúrgicas han mejorado los resultados en pacientes con escoliosis en adultos. La mayoría de los pacientes experimentan una reducción del dolor, una corrección visible de la curvatura y una mejora en su calidad de vida.
La recuperación puede variar dependiendo del tipo de cirugía, pero generalmente incluye un periodo inicial de reposo seguido de fisioterapia para recuperar la movilidad y fortalecer la musculatura. En Spineax, acompañamos a nuestros pacientes durante todo el proceso de rehabilitación, asegurándonos de que reciban el apoyo necesario para volver a sus actividades habituales lo más pronto posible.

Prevención y calidad de vida en pacientes adultos con escoliosis
La escoliosis en adultos, aunque no siempre se puede prevenir por completo, puede manejarse de manera efectiva mediante estrategias enfocadas en ralentizar su progresión y aliviar los síntomas. Adoptar hábitos saludables y realizar cambios específicos en el estilo de vida puede marcar una diferencia para quienes viven con esta condición.
Consejos para prevenir el avance de la escoliosis
Aunque la progresión de la escoliosis en adultos depende de factores como la causa subyacente y el estado general de la columna, existen medidas que pueden ayudar a minimizar su avance:
Mantener un peso saludable
El exceso de peso añade presión a la columna vertebral, lo que puede agravar las curvaturas existentes. Un peso adecuado reduce el estrés en las estructuras de soporte y mejora la movilidad.
Evitar posturas prolongadas
Permanecer mucho tiempo sentado o de pie sin cambiar de posición puede aumentar la tensión en la columna. Hacer pausas frecuentes para moverse o ajustar la postura ayuda a mantener una alineación más saludable.
Realizar controles médicos regulares
Consultar a un especialista para monitorear la progresión de la escoliosis permite intervenir de manera temprana en caso de que se detecten cambios mayores en la curvatura.
Fortalecer los músculos del tronco
Los músculos abdominales y paravertebrales brindan soporte esencial a la columna. Mantenerlos fuertes ayuda a reducir la carga sobre las vértebras y a evitar descompensaciones.
Ejercicios y actividades recomendadas
La actividad física es un componente clave en el manejo de la escoliosis, ya que contribuye a mantener la flexibilidad, fortalecer los músculos y mejorar la postura. No obstante, es importante elegir ejercicios adecuados para evitar lesiones o esfuerzos excesivos.
Ejercicios de estiramiento
Los estiramientos específicos, como los de los músculos isquiotibiales, la espalda y los costados del tronco, ayudan a reducir la rigidez y a mejorar la movilidad.
Fortalecimiento muscular
Actividades como el yoga o el Pilates son altamente recomendadas para personas con escoliosis, ya que fortalecen el core (músculos abdominales y lumbares) y mejoran el equilibrio postural.
Natación
Actividades como el yoga o el Pilates son altamente recomendadas para personas con escoliosis, ya que fortalecen el core (músculos abdominales y lumbares) y mejoran el equilibrio postural.
Caminatas regulares
Caminar es una actividad de bajo impacto que mejora la circulación, alivia el estrés y favorece una postura correcta.
En todos los casos, es esencial trabajar bajo la guía de un fisioterapeuta o especialista para asegurarse de que los ejercicios sean seguros y efectivos.
Adaptaciones en el estilo de vida para manejar los síntomas
Además de la actividad física, hacer ajustes en el estilo de vida diario puede ser de gran ayuda para reducir el impacto de la escoliosis en la vida cotidiana:
Optimizar el espacio de trabajo
Utilizar sillas ergonómicas con soporte lumbar y ajustar la altura del escritorio para mantener una postura neutra durante las horas de trabajo puede prevenir la tensión en la columna.
Dormir en una superficie adecuada
Elegir un colchón de firmeza media que proporcione soporte uniforme ayuda a mantener la alineación natural de la columna durante el descanso.
Evitar cargar objetos pesados
Distribuir el peso de manera equitativa o utilizar mochilas o bolsas con ruedas evita la sobrecarga en un solo lado de la columna.
Incorporar técnicas de relajación
El estrés puede aumentar la tensión muscular y agravar el dolor asociado con la escoliosis. Prácticas como la meditación, la respiración profunda o el masaje terapéutico pueden ser beneficiosas.
Escoliosis en niños: un panorama general
La escoliosis en niños es una condición que suele manifestarse durante la etapa de crecimiento, principalmente en la adolescencia. Aunque puede compartir algunas características con la escoliosis en adultos, su evolución, diagnóstico y manejo presentan diferencias notables que requieren un enfoque especializado. La identificación y el tratamiento tempranos son cruciales para evitar complicaciones a largo plazo.
Diferencias clave con la escoliosis en adultos
La escoliosis infantil y la adulta difieren tanto en su origen como en su progresión:
Causas
En los niños, la escoliosis suele ser idiopática, lo que significa que no se identifica una causa clara en la mayoría de los casos. Sin embargo, también puede ser congénita (por malformaciones vertebrales presentes desde el nacimiento) o neuromuscular (asociada a trastornos como la parálisis cerebral o la distrofia muscular). En contraste, la escoliosis en adultos a menudo tiene un componente degenerativo relacionado con el envejecimiento.
Progresión
En los niños, el crecimiento acelerado durante la pubertad es un factor clave que puede agravar rápidamente la curvatura si no se controla. En los adultos, la progresión es más lenta, pero puede estar acompañada de otros síntomas, como dolor y rigidez.
Tratamiento
Mientras que en adultos los objetivos del tratamiento suelen centrarse en el manejo del dolor y la calidad de vida, en los niños el enfoque principal es prevenir la progresión de la curvatura durante el crecimiento para evitar deformidades severas en la adultez.
Diagnóstico temprano y opciones de tratamiento en niños
El diagnóstico temprano de la escoliosis en niños es esencial para lograr un manejo efectivo. Las revisiones médicas regulares durante la niñez y la adolescencia son fundamentales para detectar signos de esta condición.
Detección temprana
- La prueba de Adams, que consiste en observar la espalda del niño mientras se inclina hacia adelante, es una herramienta útil para identificar asimetrías en la columna.
- La evaluación de signos como hombros desnivelados, una cintura asimétrica o una prominencia de las costillas en un lado puede ser indicativa de escoliosis.
Opciones de tratamiento
- Observación: En casos de curvaturas leves, los médicos pueden optar por un seguimiento periódico para monitorear la evolución de la columna.
- Uso de corsés: En niños con curvaturas moderadas, el corsé es una herramienta eficaz para evitar que la escoliosis progrese durante el crecimiento. Se utiliza de manera personalizada, adaptándose a la forma de la columna del paciente.
- Cirugía: En casos severos, donde la curvatura supera los 40-50 grados o afecta la función pulmonar, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. La fusión espinal es el procedimiento más común, y su objetivo es corregir la curvatura y estabilizar la columna.
Consecuencias de la escoliosis infantil no tratada
Cuando la escoliosis infantil no se detecta ni trata a tiempo, pueden surgir complicaciones que impactan significativamente en la vida adulta:
Deformidad estructural
Una escoliosis no tratada puede provocar una deformidad visible que afecta la simetría corporal, lo que a menudo tiene repercusiones en la autoestima y la calidad de vida del paciente.
Problemas respiratorios y funcionales
Las curvas severas en la columna torácica pueden restringir el movimiento de la caja torácica, reduciendo la capacidad pulmonar y generando dificultades respiratorias.
Dolor crónico en la adultez
Aunque los niños con escoliosis suelen ser asintomáticos, una curvatura no tratada puede causar dolor significativo en la edad adulta debido al desgaste de los discos y las articulaciones vertebrales.
Limitaciones físicas
La escoliosis no tratada puede comprometer la capacidad de realizar actividades físicas o laborales que requieran un esfuerzo físico moderado o intenso.

Tratamiento para la escoliosis en Bogotá, Colombia
En Bogotá, los pacientes con escoliosis cuentan con acceso a opciones de tratamiento avanzadas gracias a centros especializados como Spineax. Abordar esta condición con un diagnóstico y manejo adecuado previene complicaciones a largo plazo que pueden afectar la salud y funcionalidad de la columna.
Importancia de un diagnóstico y tratamiento adecuado
El diagnóstico temprano y un plan de tratamiento personalizado son fundamentales para manejar la escoliosis de manera efectiva. Ignorar los síntomas o postergar la atención médica puede permitir que la curvatura progrese, generando mayores dificultades, como dolor crónico, pérdida de movilidad e incluso complicaciones respiratorias o neurológicas en casos graves.
En Spineax realizamos evaluaciones integrales que incluyen exámenes clínicos detallados y estudios de imagen avanzados, como radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas, para determinar la gravedad de la curvatura y su impacto en la calidad de vida.
Cómo Spineax puede ayudar en el manejo de la escoliosis en adultos
Spineax es un centro especializado en neurocirugía y cirugía de columna en Bogotá, comprometido con brindar soluciones integrales para el manejo de la escoliosis. Ofrecemos tratamientos tanto conservadores como quirúrgicos, adaptados a las necesidades y objetivos de cada paciente:
Tratamientos no quirúrgicos
- Programas personalizados de fisioterapia con técnicas avanzadas, como el Método Schroth.
- Uso de ortesis (corsés) diseñados específicamente para estabilizar y aliviar la columna.
- Terapias farmacológicas para el control del dolor y la inflamación.
Cirugías de alta precisión
- Procedimientos mínimamente invasivos para correcciones leves o moderadas.
- Cirugías de fusión espinal para estabilizar y alinear la columna en casos más complejos.
- Técnicas de descompresión para aliviar síntomas neurológicos relacionados con la escoliosis avanzada.
Nuestro equipo multidisciplinario, conformado por neurocirujanos, fisioterapeutas y especialistas en columna, acompaña a los pacientes en cada etapa de su tratamiento, desde el diagnóstico hasta la recuperación. Nuestro enfoque combina tecnología de última generación y una atención personalizada que prioriza el bienestar y la seguridad de nuestros pacientes.
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Preguntas frecuentes sobre escoliosis en adultos
¿Qué es la escoliosis en adultos?
La escoliosis en adultos es una curvatura anormal de la columna vertebral que supera los 10 grados. Puede ser consecuencia de una escoliosis no tratada durante la niñez o desarrollarse en la adultez debido al desgaste de las estructuras de la columna.
¿Cuáles son los síntomas de la escoliosis lumbar en adultos?
Los síntomas de la escoliosis lumbar en adultos incluyen dolor en la parte baja de la espalda, rigidez, desbalance postural y, en casos avanzados, compresión nerviosa que provoca entumecimiento o debilidad en las piernas.
¿Cómo es el tratamiento de la escoliosis lumbar en adultos?
El tratamiento de la escoliosis lumbar en adultos incluye fisioterapia, medicamentos para el control del dolor, el uso de ortesis y, en casos graves, cirugía para corregir la curvatura y estabilizar la columna.
¿Se puede corregir la escoliosis en adultos?
Sí, la escoliosis en adultos se puede corregir dependiendo de su gravedad y síntomas. En casos leves, el tratamiento conservador es suficiente, mientras que en curvas severas se puede realizar una cirugía para mejorar la alineación y aliviar el dolor.
¿Cómo corregir la escoliosis en adultos?
La corrección de la escoliosis en adultos varía según el caso. Los tratamientos incluyen ejercicios específicos, fisioterapia, manejo del dolor y, cuando es necesario, procedimientos quirúrgicos para estabilizar y alinear la columna.
¿Qué es la escoliosis idiopática infantil?
La escoliosis idiopática infantil es una curvatura anormal de la columna que aparece en niños menores de 10 años. Su causa exacta es desconocida y puede progresar rápidamente, por lo que el tratamiento temprano es fundamental.
¿Qué significa escoliosis izquierda en adultos?
La escoliosis izquierda en adultos es una curvatura anormal de la columna que se desvía hacia el lado izquierdo. Puede estar asociada a escoliosis idiopática, degenerativa u otras condiciones que afecten la estabilidad vertebral.
¿Cómo se trata la escoliosis en adultos de 30 años?
El tratamiento de la escoliosis en adultos de 30 años puede incluir fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento, manejo del dolor con medicamentos o terapia manual. En casos avanzados, se puede considerar la cirugía.
¿Qué opciones existen para la escoliosis en adultos de 40 años?
Los adultos de 40 años con escoliosis pueden beneficiarse de tratamientos no quirúrgicos como fisioterapia y ortesis. Si la curvatura afecta su calidad de vida, la cirugía es una opción viable para estabilizar la columna.
¿Qué implica tratar la escoliosis en adultos de 50 años?
En adultos de 50 años, el tratamiento de la escoliosis suele enfocarse en aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad. Esto incluye terapias conservadoras, y en casos graves, cirugía para corregir la curvatura.
¿Cómo manejar la escoliosis en adultos de 60 años?
El manejo de la escoliosis en adultos de 60 años combina fisioterapia, medicamentos y, si es necesario, procedimientos quirúrgicos para mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas.
¿Qué opciones hay para una operación de escoliosis en adultos?
La operación de escoliosis en adultos se realiza en casos de curvas severas, dolor persistente o compresión nerviosa. Los procedimientos incluyen la fusión espinal y técnicas mínimamente invasivas para estabilizar la columna.
¿Hasta qué edad se puede corregir la escoliosis?
La escoliosis puede corregirse a cualquier edad si el estado de salud general del paciente lo permite. Los tratamientos quirúrgicos son efectivos en adultos mayores, siempre que se realice una evaluación adecuada.