Las indicaciones para una cirugía de columna no siempre son evidentes para el paciente. En algunos casos, el dolor puede llevar años sin mejora; en otros, la cirugía es urgente. Entender cuándo es apropiada esta intervención puede marcar la diferencia entre seguir sufriendo o comenzar un verdadero proceso de recuperación. En este artículo también te contaremos qué cuidados tener antes y después del procedimiento, si ya ha sido programado, para que afrontes cada etapa con mayor seguridad.
Este blog ha sido elaborado por el centro de neurología y cirugía de columna de Bogotá Spine AX con base en criterios científicos y experiencia clínica. Sin embargo, no reemplaza una consulta médica personalizada. Si presentas síntomas o te han sugerido una cirugía, te invitamos a programar una cita con nuestros especialistas, entre ellos el neurocirujano y cirujano de columna Juan Carlos Pérez, quien te acompañará en el diagnóstico y tratamiento más adecuado para ti.
¿Qué es una cirugía de columna y por qué se realiza?
Probablemente ya tienes una idea clara de lo que implica una cirugía de columna, especialmente si estás considerando una o ya te la han programado. Sin embargo, es útil tener un contexto general que te ayude a entender mejor todo el proceso y tomar decisiones con más seguridad.
Breve definición médica de la cirugía de columna
Una cirugía de columna es un procedimiento quirúrgico que se realiza para corregir problemas estructurales en la columna vertebral. Estos pueden incluir discos herniados, compresión de nervios, inestabilidad vertebral, fracturas, deformidades o tumores. Dependiendo del caso, la intervención puede enfocarse en descomprimir estructuras nerviosas, estabilizar segmentos inestables o corregir alineaciones anormales.
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Objetivos de una intervención quirúrgica en la columna
El objetivo principal es aliviar el dolor o los síntomas neurológicos que no han respondido al tratamiento conservador. Esto puede significar:
- Eliminar la presión sobre los nervios (por ejemplo, en una hernia discal o estenosis).
- Estabilizar la columna cuando hay desplazamiento de vértebras o fracturas.
- Corregir deformidades que afectan la postura o la función, como escoliosis.
- Permitirte recuperar movilidad y calidad de vida sin el dolor o las limitaciones que vienes sufriendo.
Cuando empezamos a aplicar esta técnica de forma sistemática, lo hicimos con la esperanza de mejorar la experiencia de nuestros pacientes. Lo que no imaginamos fue que los resultados serían tan contundentes y que terminarían convirtiéndose en un caso de estudio para todo el sector salud.
Tipos de cirugías de columna más comunes
Existen múltiples técnicas quirúrgicas, y la elección depende de tu diagnóstico, tu estado general y la experiencia del especialista. Algunas de las más comunes son:
- Cirugías mínimamente invasivas: permiten tratar algunas condiciones con incisiones pequeñas y recuperación más rápida.
- Discectomía: extracción de una parte del disco intervertebral que está comprimiendo un nervio.
- Laminectomía: se retira una porción del hueso (lámina) para descomprimir el canal medular.
- Fusión vertebral (artrodesis): se unen dos o más vértebras para estabilizar la columna.
- Colocación de tornillos o implantes: se utilizan para reforzar estructuras debilitadas o corregir alineaciones.
En Spine AX buscamos siempre la técnica más adecuada para tu caso, priorizando métodos mínimamente invasivos cuando es posible y tomando decisiones basadas en evidencia médica y experiencia clínica.
Indicaciones para una cirugía de columna según el diagnóstico médico
Ahora sí entramos en el tema principal: las condiciones clínicas que suelen llevar a que se indique una cirugía de columna. Aunque cada paciente es único y el diagnóstico se debe confirmar con estudios de imagen, valoración física y análisis médico completo, estas son algunas de las razones más frecuentes por las que tu especialista puede recomendar una intervención quirúrgica.
Hernia discal lumbar o cervical resistente a tratamiento conservador
Una hernia discal ocurre cuando el núcleo interno del disco intervertebral se desplaza y presiona los nervios cercanos. Esto puede provocar dolor fuerte, hormigueo, debilidad muscular o pérdida de sensibilidad en brazos o piernas, dependiendo de si la hernia está en la zona cervical o lumbar.
Cuando el tratamiento conservador —como medicamentos, fisioterapia o bloqueos— no alivia los síntomas después de varias semanas o meses, y especialmente si hay afectación neurológica (como pérdida de fuerza), se considera una indicación clara para cirugía. El objetivo es descomprimir el nervio afectado y recuperar tu función.
Estenosis del canal medular
La estenosis es el estrechamiento del canal por donde pasan la médula espinal y los nervios. Esta condición suele aparecer con la edad, por desgaste o degeneración de los tejidos. Los síntomas típicos son dolor, debilidad o sensación de pesadez en las piernas, especialmente al caminar o estar de pie.
Cuando la estenosis impide tus actividades cotidianas y no mejora con tratamiento médico, puede ser necesaria una cirugía para descomprimir el canal y darte más espacio en la columna, permitiendo que los nervios funcionen sin presión constante.
Espondilolistesis y otras inestabilidades vertebrales
La espondilolistesis es una afección en la que una vértebra se desliza hacia adelante sobre otra, lo que puede causar inestabilidad, dolor lumbar, rigidez o síntomas neurológicos si hay compresión de nervios.
En casos donde la inestabilidad es significativa o hay síntomas asociados, la cirugía busca estabilizar la columna, generalmente con técnicas de fusión vertebral, para evitar el movimiento anormal y proteger las estructuras nerviosas.
Fracturas vertebrales o lesiones traumáticas
Las fracturas en la columna pueden deberse a traumatismos (accidentes, caídas) o a fragilidad ósea por osteoporosis. Algunas fracturas pueden manejarse sin cirugía, pero otras requieren intervención inmediata si comprometen la estabilidad de la columna o afectan la médula espinal.
En estos casos, la cirugía puede ser necesaria para estabilizar la zona lesionada, corregir deformidades y prevenir daños neurológicos.
Tumores, infecciones o malformaciones en la columna
Cuando hay lesiones estructurales más complejas, como tumores (benignos o malignos), infecciones que comprometen los discos o huesos vertebrales (como la espondilodiscitis), o malformaciones congénitas, es probable que la cirugía forme parte del tratamiento.
El objetivo en estos casos puede variar: extirpar el tejido afectado, estabilizar la columna, limpiar infecciones o corregir deformidades, siempre con una planificación quirúrgica cuidadosa y multidisciplinaria.
Síntomas que pueden indicar la necesidad de una cirugía de columna
Además del diagnóstico médico, hay ciertos síntomas que pueden darte señales claras de que el problema en tu columna podría requerir una intervención quirúrgica. Si te identificas con alguno de los siguientes, es fundamental que consultes a un especialista cuanto antes.
Dolor lumbar o cervical crónico e incapacitante
Cuando el dolor en la parte baja de la espalda o el cuello persiste durante semanas o meses, y comienza a limitar tu movilidad, tu descanso o tus actividades diarias, puede ser un signo de una condición estructural que requiere evaluación quirúrgica.
Pérdida de fuerza o sensibilidad en extremidades
Si notas debilidad en brazos o piernas, dificultad para sostener objetos, sensación de adormecimiento o cosquilleo constante, puede haber compresión de raíces nerviosas o de la médula espinal que debe ser corregida antes de que cause un daño permanente.
Dificultad para caminar o pérdida de control de esfínteres
Cuando el problema en la columna afecta la médula o los nervios de forma severa, puedes empezar a perder coordinación al caminar, arrastrar los pies o incluso tener episodios de incontinencia urinaria o fecal. Estas son señales de alerta que requieren atención médica inmediata.
Falta de respuesta al tratamiento no quirúrgico (fisioterapia, medicamentos, infiltraciones)
Si ya has probado varias alternativas sin éxito —como medicamentos, sesiones de fisioterapia o bloqueos— y los síntomas persisten o empeoran, es probable que el tratamiento conservador ya no sea suficiente y que la cirugía se convierta en una opción necesaria.
¿Cuándo NO está indicada una cirugía de columna?
Aunque la cirugía de columna puede ser muy efectiva en los casos adecuados, no siempre es la mejor opción. Existen situaciones en las que operarse puede no ser necesario e incluso representar más riesgos que beneficios. Aquí te contamos cuáles son esos escenarios.
Casos en los que el tratamiento conservador aún puede funcionar
Muchas condiciones de la columna pueden mejorar con tratamientos no quirúrgicos bien dirigidos, como fisioterapia especializada, control del dolor, ejercicio terapéutico o intervenciones mínimamente invasivas. Si no se ha agotado esta vía de manejo, lo más prudente es continuar con ella antes de considerar una cirugía.
Indicaciones erróneas o diagnósticos imprecisos
A veces, una cirugía se recomienda sin que exista una razón médica sólida o con base en diagnósticos que podrían no ser del todo precisos. Como paciente, tienes el derecho de buscar una segunda opinión médica que te ayude a confirmar o reevaluar lo que te han dicho.
En Spine AX Bogotá te ofrecemos una revisión completa de tu caso, con estudios actualizados y la valoración de nuestro equipo especializado en columna, incluyendo al Dr. Juan Carlos Pérez. Nuestro objetivo no es operar por operar, sino brindarte un diagnóstico claro y honesto, ya sea que confirme o no la indicación quirúrgica inicial.
Cirugías innecesarias: riesgos de operar sin necesidad real
Toda cirugía implica riesgos, y someterse a un procedimiento sin una indicación clara puede resultar en complicaciones, recuperación más prolongada o incluso empeoramiento de los síntomas. Operar cuando no es estrictamente necesario no solo expone tu salud, sino que retrasa la búsqueda de tratamientos más adecuados para tu caso.
Indicaciones previas a una cirugía de columna
Antes de una cirugía de columna, es fundamental que el diagnóstico y la indicación quirúrgica vengan directamente del profesional que te va a operar. Cada cuerpo, cada caso y cada columna son diferentes, y solo un especialista puede decidir si realmente es la mejor opción en tu situación, basándose en tu historia clínica, síntomas y estudios de imagen.
Aun así, hay algunas recomendaciones generales que pueden ayudarte a prepararte mejor física y mentalmente para este proceso.

Evaluación preoperatoria completa: exámenes y consultas previas
Antes de entrar a cirugía, deberás cumplir con una serie de exámenes y valoraciones médicas. Entre ellas pueden estar análisis de sangre, evaluación cardiovascular, imagenología actualizada (resonancia, TAC, radiografías) y revisión por anestesiología. Todo esto permite verificar que estás en condiciones óptimas para el procedimiento y disminuir cualquier riesgo durante la intervención.

Ajustes en la medicación (anticoagulantes, analgésicos, etc.)
Si tomas medicamentos de forma regular —especialmente anticoagulantes, aspirina, antiinflamatorios o incluso suplementos naturales— es importante informar al cirujano y al anestesiólogo. Algunos de estos deben suspenderse días antes de la cirugía para evitar sangrados o interferencias con la anestesia. Nunca hagas estos cambios por tu cuenta: siempre deben ser indicados por el equipo médico.
Preparación física: ejercicios, fisioterapia preoperatoria o control del peso
Algunas recomendaciones físicas previas pueden ayudarte a tener una mejor recuperación después de la cirugía:
Ejercicios preoperatorios
En ciertos casos, se indican ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del tronco o estiramientos suaves, siempre guiados por un fisioterapeuta. Esto puede ayudarte a llegar al procedimiento en mejores condiciones funcionales.
Fisioterapia preoperatoria
Además del ejercicio, la fisioterapia dirigida antes de la cirugía puede ayudarte a manejar mejor el dolor, mejorar la postura y familiarizarte con las rutinas que continuarás después del procedimiento.
Control del peso
Si hay sobrepeso, es recomendable intentar reducirlo de forma moderada antes de la cirugía. Menos carga sobre la columna significa menor riesgo de complicaciones y una recuperación más rápida.
Planificación del postoperatorio: quién te cuidará, cómo será el entorno en casa
Prepararte para el después es tan importante como para el antes. Asegúrate de tener todo organizado para cuando salgas del hospital. Aquí algunas cosas a tener en cuenta:
- Ten una persona de confianza que pueda acompañarte durante los primeros días.
- Acondiciona tu espacio en casa para que sea seguro y accesible (evita escaleras, retira alfombras que puedas tropezar, ten una silla firme con buen respaldo).
- Planifica tus comidas y medicamentos con antelación, para evitar esfuerzos innecesarios.
- Ten a mano los contactos de tu equipo médico por si presentas alguna señal de alarma.
- Prepara ropa cómoda y de fácil cambio, especialmente en la zona intervenida.
Indicaciones postoperatorias tras una cirugía de columna
El éxito de una cirugía de columna no depende solo del procedimiento en sí, sino también del cuidado que tengas durante los días y semanas posteriores. Aquí te compartimos las recomendaciones más importantes para tu recuperación. Recuerda que, aunque estas pautas son generales, tu cirujano te dará indicaciones específicas adaptadas a tu caso.
Reposo relativo y movimientos controlados en los primeros días
Después de la cirugía, es normal sentir algo de dolor o rigidez. El descanso es importante, pero no se trata de estar inmóvil. Lo ideal es mantener un reposo relativo, alternando periodos cortos de caminata suave con tiempo en cama o sentado, siempre con buena postura. Evita movimientos bruscos y sigue las indicaciones que te hayan dado sobre cómo levantarte, sentarte o girarte en la cama.
Evitar levantar peso, agacharse bruscamente o girar la espalda
Durante las primeras semanas es fundamental proteger la columna de movimientos que puedan comprometer la zona operada. No levantes objetos pesados, evita agacharte sin apoyo o hacer giros con la espalda. Incluso al estornudar o toser, intenta mantener la columna recta y estable.
Seguimiento médico estricto y asistencia a controles postoperatorios
No faltes a tus citas de control. En ellas, el especialista evaluará cómo va tu recuperación, revisará las imágenes si es necesario y ajustará el tratamiento. También se hará seguimiento a la cicatrización y a cualquier síntoma nuevo que puedas presentar. Estos controles son parte fundamental del proceso.
Rehabilitación física guiada: clave para recuperar movilidad y fuerza
Una vez que el cirujano lo autorice, comenzarás con un plan de rehabilitación física supervisada. Esta etapa es clave para recuperar fuerza muscular, mejorar tu postura, volver a caminar con confianza y prevenir recaídas. No intentes hacer ejercicios por tu cuenta: sigue siempre el programa indicado por profesionales especializados.
Manejo del dolor postoperatorio y señales de alerta (fiebre, dolor intenso, pérdida de sensibilidad)
Es normal tener molestias después de la cirugía, y tu médico te recetará medicamentos para controlarlas. Sin embargo, es importante aprender a reconocer cuándo algo no es normal y puede indicar una complicación.
Contacta al equipo médico de inmediato si presentas:
- Fiebre persistente (más de 38°C).
- Dolor muy intenso que no mejora con la medicación.
- Enrojecimiento, hinchazón o secreción en la herida quirúrgica.
- Pérdida de fuerza o sensibilidad en brazos o piernas.
- Dificultad para orinar o defecar.
- Hormigueo constante o sensación de “corriente” en extremidades.
- Mareos, debilidad general o sensación de desmayo.
Ante cualquiera de estos síntomas, no esperes. Comunícate con tu equipo médico para recibir orientación y actuar a tiempo. En Spine AX estamos para acompañarte durante todo el proceso de recuperación.
Tratamientos y cirugías de columna en Bogotá: en Spine AX te ofrecemos atención especializada para tu espalda
En Spine AX, Centro de Neurocirugía y Cirugía de Columna ubicado en Bogotá, realizamos procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos para tratar diversas afecciones de la columna vertebral. Contamos con un equipo médico capacitado en neurocirugía, cirugía de columna y manejo integral del dolor, con un enfoque basado en evidencia y en el bienestar real del paciente.
No todas las molestias de espalda requieren cirugía, y cuando esta es necesaria, debe estar bien indicada, bien planificada y bien ejecutada. Por eso, en nuestro centro te acompañamos en todas las etapas: desde el diagnóstico preciso hasta la recuperación postoperatoria, con opciones que van desde la fisioterapia especializada hasta las técnicas quirúrgicas más avanzadas y mínimamente invasivas.
Agenda una consulta si necesitas indicaciones para tu cirugía de columna, un segundo diagnóstico o conocer tus opciones de tratamiento
Si estás buscando una valoración profesional que te ayude a tomar decisiones informadas sobre tu columna, te invitamos a agendar una cita con nosotros. Ya sea que necesites:
- Una segunda opinión sobre una cirugía que te han propuesto.
- Indicaciones claras sobre cómo prepararte antes del procedimiento o cuidarte después.
- O saber si realmente eres candidato(a) para cirugía o si existe un tratamiento alternativo.
Estamos aquí para ayudarte. El Dr. Juan Carlos Pérez, neurocirujano y cirujano de columna, y todo el equipo de Spine AX, están listos para acompañarte con criterio médico, cercanía y compromiso.
Preguntas frecuentes sobre indicaciones para una cirugía de columna lumbar
¿Qué estudios confirman si necesito una cirugía de columna?
Los estudios más comunes son la resonancia magnética y la tomografía computarizada (TAC), que permiten ver en detalle las estructuras de la columna. En algunos casos también se solicitan radiografías funcionales o electromiografías. Estos exámenes deben ser interpretados por un especialista, ya que no todos los hallazgos son motivo de cirugía.
¿Todos los dolores de espalda indican necesidad de cirugía?
No. La gran mayoría de los dolores de espalda no requieren cirugía y pueden tratarse con fisioterapia, ejercicio guiado, medicamentos o procedimientos mínimamente invasivos. Solo cuando hay compresión nerviosa significativa, inestabilidad vertebral o deterioro neurológico, se consideran las indicaciones quirúrgicas.
¿Puedo pedir una segunda opinión antes de operarme la columna?
Sí, y de hecho es muy recomendable. Obtener una segunda opinión médica te permite confirmar si realmente cumples con las indicaciones para cirugía de columna y conocer otras opciones de tratamiento si las hay. En Spine AX Bogotá, te ofrecemos valoraciones completas y honestas, incluso si ya tienes un diagnóstico previo.
¿Qué riesgos tiene operarse la columna sin una indicación clara?
Someterse a una cirugía sin una indicación precisa puede llevar a complicaciones innecesarias, recuperación prolongada, o incluso no resolver el problema original. Por eso es fundamental que la indicación venga de un especialista con experiencia, basado en tu diagnóstico clínico y no solo en las imágenes.
¿La cirugía de columna es siempre la última opción?
En la mayoría de los casos sí, pero no siempre. Hay situaciones en las que la cirugía es la primera opción, como fracturas, tumores, síndromes de compresión medular o pérdida de control de esfínteres. En estos casos, esperar puede empeorar el pronóstico.
¿Qué especialista es el indicado para darme una indicación quirúrgica?
El profesional ideal es un neurocirujano o cirujano de columna, ya que tienen el conocimiento y la experiencia necesarios para evaluar todos los aspectos del problema: neurológicos, ortopédicos y funcionales. En Spine AX, el Dr. Juan Carlos Pérez lidera este tipo de valoraciones con un enfoque integral.