¿Sientes un dolor que baja desde la espalda hasta la pierna y no te deja moverte con normalidad? Si es así, es muy probable que estés sufriendo de ciática, una de las causas más frecuentes de dolor lumbar y de piernas.
La ciática no es solo un dolor pasajero. Puede volverse crónica, afectar tu movilidad y limitar tus actividades diarias si no se trata correctamente. La buena noticia es que existen múltiples formas de aliviarla y, en muchos casos, curarla por completo.
En este artículo, como especialistas en cirugía de columna y neurocirugía en Spineax, te explicaremos de manera clara y profesional qué es la ciática, por qué aparece, cuáles son sus síntomas y cómo puedes tratarla de forma efectiva. También responderemos preguntas comunes como: ¿es mejor caminar o hacer reposo? ¿qué ejercicios ayudan y cuáles pueden empeorarla? ¿cuándo es necesaria una cirugía?
Si el dolor ciático está afectando tu calidad de vida, aquí encontrarás información clave para entenderlo y actuar a tiempo. Sigue leyendo y descubre cómo aliviar la ciática y recuperar tu bienestar.
Tabla de contenidos
¿Qué es la ciática?
Si alguna vez has sentido un dolor que comienza en la parte baja de la espalda y se extiende por la pierna, es muy probable que hayas experimentado ciática. Es una molestia común, pero no por eso menos incapacitante. Muchas personas lo describen como un dolor punzante, un calambre constante o incluso una sensación de ardor que no los deja en paz.
Ahora, hablemos claro: la ciática no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de que algo está irritando o comprimiendo el nervio ciático. Y ese “algo” suele estar en la columna lumbar.
La ciática: ¿por qué da?
La razón principal por la que aparece la ciática es la compresión de la raíz nerviosa en la columna lumbar. La más común es una hernia de disco, que ocurre cuando el disco intervertebral se desplaza y presiona el nervio.
Pero no es la única causa. También puede ser provocada por un estrechamiento del canal vertebral (estenosis lumbar), por el síndrome del músculo piramidal (cuando este músculo en la pelvis se tensa demasiado y aprieta el nervio ciático) o incluso por problemas en la articulación sacroilíaca.
Es decir, la ciática puede aparecer por varias razones, pero todas tienen algo en común: algo está apretando o irritando el nervio ciático.
¿A qué se debe la ciática?
Para entenderlo mejor, imagina el nervio ciático como una autopista de información que va desde la columna hasta el pie. Si en algún punto del camino algo lo comprime, los impulsos nerviosos no viajan bien y ahí es cuando aparecen los síntomas: dolor, hormigueo, debilidad o adormecimiento en la pierna.
Los factores de riesgo que pueden favorecer su aparición incluyen:
- Movimientos repetitivos o malas posturas.
- Cargar objetos pesados sin una buena técnica.
- Sedentarismo o falta de actividad física.
- Sobrepeso, que aumenta la carga sobre la columna.
- Embarazo, debido a los cambios en la postura y el peso extra.
En otras palabras, la ciática no aparece de la nada. Suele haber un motivo detrás, y encontrarlo es clave para tratar el problema de raíz.
¿Dónde duele la ciática?
El dolor de la ciática sigue un recorrido muy característico. No es un dolor difuso o en toda la espalda, sino que baja desde la zona lumbar, pasa por el glúteo y sigue por la parte posterior del muslo hasta llegar a la pantorrilla o incluso el pie.
Algunas personas lo sienten como un dolor punzante, otras como un calambre o una sensación de corriente eléctrica. A veces empeora al estar sentado mucho tiempo, al toser o al hacer ciertos movimientos.
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Explicación médica de la ciática: La ciática es un término semiológico que describe el dolor neuropático causado por la compresión de una raíz nerviosa, generalmente debido a una hernia discal. Se manifiesta con dolor en la cara posterior de la extremidad inferior, siguiendo el trayecto del nervio ciático.
Dr. Juan Carlos Pérez, Spineax
Síntomas y características del dolor ciático
El dolor ciático no es cualquier dolor de espalda. Es intenso, molesto y sigue un camino muy particular: nace en la zona lumbar, baja por el glúteo, recorre la parte posterior del muslo y puede llegar hasta el pie. Dependiendo de la causa y la gravedad, puede sentirse como un ardor, un calambre o una descarga eléctrica.
Ahora bien, no todas las ciáticas son iguales. Algunas son pasajeras y mejoran con reposo y tratamiento, mientras que otras pueden durar meses o incluso años. Veamos qué señales nos indican si se trata de un caso leve o algo más serio.
¿Cuándo la ciática es grave?
Hay que estar atentos a ciertos síntomas que podrían indicar que la compresión del nervio es más severa de lo normal. Si presentas alguno de estos signos, es fundamental buscar atención médica de inmediato:
Pérdida de fuerza en la pierna o el pie
Si de repente sientes que se te dificulta caminar, que el pie se te queda «colgando» o que no puedes sostenerte bien sobre la pierna afectada, el nervio podría estar gravemente comprometido.
Pérdida de control de esfínteres (incontinencia urinaria o fecal)
Esto es poco común, pero cuando ocurre puede ser una señal de un problema grave, como el síndrome de cauda equina, que requiere cirugía urgente.
Dolor insoportable que no mejora con medicamentos ni reposo
Si el dolor no te deja dormir, moverte o realizar tus actividades diarias, es señal de que la compresión es significativa y podrías necesitar tratamientos más avanzados.
En estos casos, no hay que esperar a que “se pase solo”. La intervención temprana puede evitar complicaciones. Contáctanos si tienes alguno de esos síntomas.
Síntomas de la ciática crónica
Cuando la ciática persiste por más de tres meses, se considera crónica. Esto puede deberse a que la causa subyacente, como una hernia discal o una estenosis lumbar, sigue presionando el nervio sin resolverse por completo.
Los síntomas de la ciática crónica incluyen:
Dolor persistente en la parte baja de la espalda, glúteo y pierna
No siempre es intenso, pero es constante y puede empeorar con ciertas actividades.
Hormigueo o sensación de adormecimiento
Algunas personas sienten que su pierna o pie están "dormidos" o con menos sensibilidad de lo normal.
Debilidad en la pierna afectada
Puede sentirse más pesada o menos reactiva, especialmente después de estar sentado mucho tiempo.
Dolor que varía según la actividad
Puede empeorar al estar de pie, caminar largas distancias o incluso al toser o estornudar.
Si la ciática se vuelve crónica, es importante trabajar en un tratamiento a largo plazo, que incluya fisioterapia, ejercicio controlado y, en algunos casos, tratamientos más especializados.
Ciática que no mejora: ¿qué hacer?
Si han pasado semanas o incluso meses y el dolor sigue ahí, es momento de revaluar el tratamiento. Algunas recomendaciones clave:
Revisar la causa principal
Si la ciática persiste, es posible que haya un problema estructural en la columna que no se ha tratado correctamente. Una resonancia magnética puede ayudar a identificarlo.
Fisioterapia especializada
Un buen programa de terapia física puede mejorar la movilidad, reducir la inflamación y aliviar la presión sobre el nervio.
Cambiar de estrategia con los medicamentos
Si los antiinflamatorios no funcionan, se pueden considerar otros enfoques, como infiltraciones o tratamientos más avanzados.
Evaluar la opción quirúrgica
Si la ciática sigue afectando la calidad de vida y no responde a otros tratamientos, la cirugía puede ser una alternativa. En casos de hernia discal severa o estenosis lumbar, la descompresión quirúrgica puede aliviar la presión sobre el nervio y resolver el problema de raíz.
La clave es no resignarse al dolor. Siempre hay opciones para mejorar.
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Ciática en el lado derecho: ¿es diferente?
En términos generales, la ciática afecta el lado derecho o el izquierdo con la misma intensidad y características. Sin embargo, dependiendo de la estructura de la columna y los hábitos posturales, algunas personas pueden sentir más molestias de un lado que del otro.
- Si la ciática afecta el lado derecho, puede estar relacionada con posturas repetitivas, como cargar peso siempre de un solo lado o cruzar las piernas de forma constante.
- En algunos casos, los problemas en la articulación sacroilíaca pueden generar síntomas similares a la ciática en el lado derecho, aunque la causa no sea una compresión del nervio.
- Durante el embarazo, algunas mujeres desarrollan más molestias en un lado debido a los cambios en la postura y la presión del útero sobre el nervio ciático.
Independientemente de si el dolor está en el lado derecho o izquierdo, el enfoque del tratamiento es el mismo: aliviar la presión sobre el nervio, reducir la inflamación y fortalecer la musculatura para evitar recaídas.

Causas de la ciática: Compresión radicular
La ciática no aparece porque sí. Siempre hay una razón detrás del dolor, y la mayoría de las veces tiene que ver con la compresión o irritación del nervio ciático en algún punto de su trayecto.
La causa más frecuente es una hernia de disco lumbar, pero no es la única. Existen otros factores como el síndrome del músculo piramidal, los cambios que ocurren en el embarazo o incluso el estrechamiento del canal lumbar. Vamos a profundizar en cada uno de estos escenarios para entender qué sucede y cómo afecta el nervio ciático.
Síndrome del músculo piramidal y ciática
A veces, la ciática no tiene su origen en la columna, sino en un pequeño pero poderoso músculo llamado piramidal (o piriforme), ubicado en la parte profunda del glúteo.
¿Qué pasa aquí?
Este músculo ayuda a la rotación de la cadera, pero si se tensa demasiado o sufre una contractura, puede comprimir el nervio ciático, que pasa justo por debajo (e incluso, en algunas personas, a través de él).
Síntomas característicos
- Dolor en la zona del glúteo, que puede irradiar hacia la pierna.
- Sensación de hormigueo o calambre al estar sentado por mucho tiempo.
- Dolor al subir escaleras o al hacer movimientos de rotación de la cadera.
Si la ciática no viene de la columna, sino de este músculo, tratar el problema desde la raíz es la clave para el alivio.
Ciática en el embarazo: ¿es peligrosa?
Muchas mujeres embarazadas experimentan un dolor muy similar a la ciática. Es una molestia común en esta etapa, pero, ¿realmente se trata de ciática?
¿Por qué ocurre la ciática en el embarazo?
Durante el embarazo, hay varios factores que pueden irritar el nervio ciático:
- Crecimiento del útero: A medida que el bebé crece, puede ejercer presión sobre la pelvis y las raíces nerviosas lumbares.
- Cambio en la postura: El peso extra hace que la columna lumbar se curve más, lo que puede generar compresión en los nervios.
- Retención de líquidos y aumento de volumen sanguíneo: Esto puede provocar inflamación en los tejidos y mayor presión sobre los nervios.
- Síndrome del músculo piramidal: Muchas embarazadas tienen tensión en esta zona debido a los cambios en la marcha y la postura.
¿Es peligrosa la ciática en el embarazo?
En la mayoría de los casos, no es grave, pero sí puede ser muy incómoda. Lo importante es diferenciar entre una ciática verdadera y un dolor lumbar típico del embarazo.
Se debe buscar atención médica si:
- El dolor es muy intenso y limita los movimientos.
- Se siente debilidad en la pierna afectada.
- Hay pérdida de sensibilidad o dificultad para caminar.
Hernia discal lumbar y su relación con la ciática
Si hablamos de la causa más frecuente de la ciática, la hernia discal se lleva el primer lugar. Es el motivo por el cual la mayoría de las personas desarrollan este dolor incapacitante.
¿Qué es una hernia discal?
Los discos intervertebrales son como pequeñas “almohadillas” entre las vértebras. Su función es amortiguar los movimientos y proteger la columna.
Cuando un disco se degenera o sufre un esfuerzo excesivo, su núcleo interno puede salir de su lugar y presionar una raíz nerviosa. Si el disco afectado está en la región lumbar (L4-L5 o L5-S1), el nervio ciático será el más afectado.
Síntomas característicos
- Dolor intenso en la parte baja de la espalda, que puede irradiarse hacia la pierna.
- Sensación de hormigueo o calambres en la pierna o el pie.
- Debilidad muscular en la pierna afectada.
- Empeoramiento del dolor al toser, estornudar o hacer ciertos movimientos.

Tratamientos para la Ciática
El dolor ciático puede ser desesperante. Afecta la movilidad, interfiere con las actividades diarias y muchas veces no deja dormir bien. Pero aquí está la buena noticia: la mayoría de los casos de ciática mejoran con el tratamiento adecuado.
El objetivo es claro: aliviar el dolor, reducir la inflamación y eliminar la causa subyacente para evitar que vuelva. Para ello, se combinan varias estrategias, desde medicamentos hasta fisioterapia y, en casos más severos, cirugía.
Empecemos con una de las primeras líneas de tratamiento: los fármacos.
🔴 ⚠️ Advertencia Importante 🔴
Los medicamentos mencionados en esta sección son únicamente con fines informativos. En ningún caso deben considerarse como una recomendación médica ni como una indicación de tratamiento sin previa evaluación profesional.
Cada paciente es diferente y lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra. El uso de cualquier medicamento debe ser supervisado por un médico especialista, quien evaluará el origen del dolor ciático y determinará el tratamiento más seguro y efectivo según tu condición específica.
Si estás experimentando síntomas de ciática, en Spineax estamos para ayudarte. Agenda una cita de valoración con nuestros especialistas para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado que realmente se adapte a tus necesidades. Solicita tu cita hoy mismo.
Riesgos de Automedicarse para la Ciática
Tomar medicamentos sin supervisión médica puede traer más problemas que soluciones. Algunos de los riesgos más importantes incluyen:
Efectos secundarios graves
Los antiinflamatorios pueden causar daño gástrico (gastritis, úlceras) y problemas renales si se usan sin control.
Interacciones peligrosas
Algunos medicamentos pueden interactuar con otros tratamientos que estés tomando, afectando su eficacia o causando reacciones adversas.
Ocultar un problema más serio
Al calmar el dolor sin tratar la causa, podrías estar ignorando una condición que necesita atención especializada, como una hernia discal severa.
Dependencia o tolerancia
Algunos analgésicos más fuertes, como los opioides o ciertos relajantes musculares, pueden generar dependencia si se usan sin control médico.
Uso inadecuado de dosis
Tomar más medicamento del recomendado puede llevar a intoxicaciones o complicaciones graves, como hemorragias digestivas o daño hepático.
¿La ciática tiene cura?
La ciática puede ser una condición muy molesta, pero la gran pregunta es: ¿se cura completamente? La respuesta es que sí, en la mayoría de los casos. Sin embargo, la clave está en tratar la causa subyacente, no solo el dolor.
Si la compresión del nervio ciático es leve y se debe a inflamación o tensión muscular, el tratamiento conservador (medicación, fisioterapia y cambios en la rutina) suele ser suficiente para que desaparezca en semanas o meses.
Cuando hay una causa estructural más compleja, como una hernia discal grande o estenosis lumbar, la ciática puede reaparecer con el tiempo si no se trata adecuadamente. En estos casos, se puede requerir un tratamiento más avanzado, como infiltraciones o incluso cirugía.
Masajes para la ciática: ¿Son efectivos?
Los masajes pueden ser una herramienta útil para aliviar los síntomas de la ciática, pero con ciertas consideraciones.
¿Cuándo pueden ayudar?
Si la ciática está relacionada con tensión muscular, como en el caso del síndrome del músculo piramidal o contracturas en la zona lumbar, los masajes pueden:
- Relajar los músculos que están presionando el nervio.
- Mejorar la circulación y reducir la inflamación.
- Disminuir la rigidez y mejorar la movilidad.
¿Cuándo no son recomendables?
Si la ciática es causada por una hernia discal, un masaje fuerte o inadecuado puede empeorar la inflamación o aumentar la presión sobre la raíz nerviosa.
Recomendación: Si quieres probar los masajes, deben ser realizados por un fisioterapeuta o especialista en terapia manual que sepa tratar la ciática sin agravar la condición.
Terapia de frío y calor para aliviar la ciática
Uno de los métodos más accesibles y efectivos para aliviar el dolor ciático en casa es el uso de frío y calor. Sin embargo, muchas personas se preguntan: ¿qué es mejor, aplicar hielo o calor?
¿Compresas frías o calientes?
Ambas opciones pueden ser útiles, pero en momentos diferentes:
Frío (hielo o compresas frías)
Ideal para las primeras 48-72 horas o cuando hay inflamación aguda y dolor intenso.
Calor (compresas calientes, almohadilla térmica, baños tibios)
Más útil en casos crónicos o cuando hay rigidez muscular y tensión.
¿Hielo o Calor para la Ciática?
Cuándo usar hielo
- Si el dolor comenzó recientemente y sientes la zona inflamada.
- Si notas hinchazón en la parte baja de la espalda o el glúteo.
- Si el dolor aumenta después de estar mucho tiempo de pie o en una mala postura.
Cuándo usar calor
- Si el dolor es crónico y no hay inflamación evidente.
- Si sientes la zona lumbar o glútea muy rígida o contracturada.
- Si el dolor mejora con el movimiento o con masajes.
Cirugía para la Ciática: ¿Cuándo es Necesaria?
La mayoría de los casos de ciática mejoran con tratamientos conservadores como fisioterapia, medicamentos y ejercicios específicos. Sin embargo, cuando el dolor persiste a pesar de todas estas opciones o cuando hay síntomas neurológicos graves, la cirugía puede ser la mejor alternativa para liberar la raíz nerviosa comprimida y evitar complicaciones.
¿Cuándo considerar la cirugía para la ciática?
Existen algunas señales de alarma que indican que la intervención quirúrgica podría ser necesaria:
La mayoría de los casos de ciática mejoran con tratamientos conservadores como fisioterapia, medicamentos y ejercicios específicos. Sin embargo, cuando el dolor persiste a pesar de todas estas opciones o cuando hay síntomas neurológicos graves, la cirugía puede ser la mejor alternativa para liberar la raíz nerviosa comprimida y evitar complicaciones.
Señales de Alerta | Descripción |
---|---|
Dolor incapacitante | Si has probado fisioterapia, medicamentos, cambios en la postura y otros tratamientos sin obtener alivio tras 3 a 6 meses, es momento de considerar otras opciones. |
Pérdida de fuerza en la pierna | Si notas que tu pierna se siente débil, tienes dificultad para levantar el pie o caminar con normalidad, podría significar que el nervio está gravemente afectado. |
Pérdida de sensibilidad o entumecimiento | Si sientes adormecimiento en el glúteo, la pierna o el pie que no mejora, es un signo de daño neurológico progresivo. |
Síndrome de cauda equina (emergencia médica) | Si presentas pérdida del control de esfínteres (urinario o fecal), anestesia en la zona perineal o debilidad severa en ambas piernas, necesitas cirugía urgente. |
Tipos de cirugía para la ciática
Si el especialista determina que la cirugía es la mejor opción, existen diferentes procedimientos según la causa de la compresión nerviosa.
Microdiscectomía (para hernia discal lumbar severa)
Uno de los procedimientos más comunes es la microdiscectomía, que se utiliza cuando la ciática es causada por una hernia discal severa. En esta cirugía, el especialista extrae la parte del disco intervertebral que está presionando el nervio. Se realiza a través de una pequeña incisión y, en la mayoría de los casos, el alivio del dolor es inmediato. La recuperación suele ser rápida y en cuestión de semanas el paciente puede retomar sus actividades normales.
Laminectomía (para estenosis lumbar severa)
Cuando la causa de la ciática es un estrechamiento del canal espinal (estenosis lumbar), se puede realizar una laminectomía. Este procedimiento consiste en retirar una parte del hueso de la vértebra para ampliar el espacio por donde pasan los nervios. Es una opción ideal para quienes sienten que el dolor empeora al caminar o al estar de pie por mucho tiempo.
Artrodesis o Fusión Vertebral (para inestabilidad lumbar grave)
En casos de inestabilidad lumbar severa, donde una vértebra se desliza sobre otra (espondilolistesis), se puede recurrir a la fusión vertebral o artrodesis. Este procedimiento une dos o más vértebras mediante tornillos y un injerto óseo para estabilizar la columna y evitar que siga afectando el nervio. Aunque la recuperación es más prolongada que en otros procedimientos, es una solución efectiva para pacientes con dolor ciático recurrente debido a una columna inestable.
¿Cómo es la recuperación después de la cirugía de ciática?
El tiempo de recuperación varía según el procedimiento y la condición del paciente. En cirugías mínimamente invasivas, como la microdiscectomía, la mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades normales en seis a ocho semanas, siempre con un programa de rehabilitación adecuado.
En cirugías más complejas, como la fusión vertebral, la recuperación puede tomar varios meses, con una mejora progresiva de los síntomas. En todos los casos, la fisioterapia postoperatoria es clave para recuperar la movilidad, fortalecer los músculos de la espalda y evitar recaídas.
Ejercicios y estiramientos para aliviar la ciática
Cuando el dolor ciático aparece, la reacción natural de muchas personas es dejar de moverse por miedo a empeorar la situación. Pero la realidad es que, salvo en casos muy agudos, el movimiento es una de las mejores herramientas para aliviar la ciática.
El ejercicio adecuado ayuda a reducir la inflamación, fortalece la musculatura que protege la columna y mejora la flexibilidad, disminuyendo la presión sobre el nervio ciático. Sin embargo, no todos los ejercicios son recomendables y algunos pueden incluso empeorar el dolor. Vamos a ver cuáles son los más efectivos y cuáles deberías evitar.
Ejercicio físico recomendado para la ciática
El tipo de ejercicio que necesitas dependerá de la causa de la ciática, pero en general, lo más recomendable es una combinación de movilidad, fortalecimiento y estiramientos suaves.
Ejercicios de bajo impacto
Caminar, nadar o hacer bicicleta estática pueden ayudar a mantener el movimiento sin generar impacto en la columna.
Fortalecimiento del core
Un abdomen fuerte reduce la carga sobre la columna y estabiliza la zona lumbar, lo que puede prevenir futuros episodios de ciática.
Ejercicios de movilidad
Movimientos controlados que mejoran la flexibilidad de la columna y las caderas pueden aliviar la presión sobre el nervio.
Lo importante es evitar el sedentarismo, pero sin forzar demasiado la zona afectada.
Estiramientos para mejorar el dolor ciático
Los estiramientos son clave para aliviar la tensión en los músculos que pueden estar presionando el nervio ciático. Algunos de los más recomendados incluyen:
- Estiramiento del músculo piramidal → Acostado boca arriba, cruza una pierna sobre la otra y llévala suavemente hacia el pecho. Esto ayuda a relajar el músculo que, cuando está tenso, puede irritar el nervio ciático.
- Postura del gato-vaca → En posición de cuatro puntos (manos y rodillas en el suelo), arquea y redondea la espalda de manera controlada para mejorar la movilidad lumbar.
- Estiramiento de isquiotibiales → Sentado con una pierna estirada, inclina el torso hacia adelante hasta sentir un estiramiento en la parte posterior del muslo. Los isquiotibiales tensos pueden agravar la ciática.
- Estiramiento de la espalda baja → Acostado boca arriba, lleva ambas rodillas al pecho y abrázalas suavemente. Este movimiento reduce la presión sobre la columna.
- Postura del niño en yoga → Arrodíllate y lleva los glúteos hacia los talones, estirando los brazos hacia adelante. Relaja la espalda y reduce la compresión en la zona lumbar.
Hacer estos estiramientos con regularidad puede reducir significativamente el dolor y mejorar la movilidad, pero siempre sin forzar demasiado.
5 Ejercicios para aliviar la ciática
Aquí tienes una rutina sencilla y efectiva que puedes realizar en casa para aliviar la presión sobre el nervio ciático:
1. Puente de glúteos
Acostado boca arriba con las rodillas flexionadas, eleva lentamente la pelvis mientras contraes los glúteos. Este ejercicio fortalece la zona lumbar y mejora la estabilidad.
2. Rodillas al pecho
Acostado boca arriba, lleva una rodilla hacia el pecho y mantenla durante 20 segundos. Alterna con la otra pierna. Este movimiento alivia la tensión en la espalda baja.
3. Rotación lumbar en el suelo
Acostado boca arriba con las rodillas flexionadas, deja caer ambas piernas hacia un lado y luego hacia el otro, manteniendo los hombros apoyados en el suelo. Esto ayuda a mejorar la movilidad de la columna.
4. Plancha modificada
Apoyado sobre los antebrazos y rodillas, mantén el abdomen firme sin arquear la espalda. Este ejercicio fortalece el core sin generar impacto en la columna.
5. Elevación de piernas estiradas
Acostado boca arriba, eleva lentamente una pierna recta y mantenla unos segundos antes de bajarla. Este movimiento fortalece los músculos que estabilizan la zona lumbar.
Realiza 3 series de 10 a 15 repeticiones de cada ejercicio, sin sentir dolor. Si alguna postura causa molestias, detente de inmediato y consulta con un especialista.
Ejercicios prohibidos si tienes ciática
No todos los ejercicios son beneficiosos cuando tienes ciática. Algunos pueden aumentar la presión sobre la raíz nerviosa y agravar los síntomas.
- Ejercicios de alto impacto → Correr, saltar o hacer ejercicios explosivos pueden agravar la inflamación del nervio.
- Pesos muertos o sentadillas profundas → Levantar peso sin una técnica adecuada puede aumentar la compresión en la zona lumbar.
- Flexiones de tronco hacia adelante con las piernas estiradas → Este movimiento puede empeorar la irritación del nervio ciático.
- Abdominales tradicionales (crunches) → Pueden generar demasiada presión en la zona lumbar, empeorando los síntomas.
- Movimientos bruscos de torsión → Deportes como el golf o el tenis pueden agravar la compresión del nervio si no se realizan con control.
Si tienes ciática, es fundamental elegir ejercicios seguros y guiados por un especialista.
Recomendaciones para el Día a Día
Cuando la ciática aparece, una de las primeras dudas que surge es: ¿debo moverme o es mejor hacer reposo? El miedo al dolor hace que muchas personas eviten cualquier actividad, pero el movimiento adecuado es clave para la recuperación.
Aquí vamos a resolver las dudas más comunes sobre el manejo de la ciática en el día a día y qué hábitos pueden acelerar la mejoría o, por el contrario, empeorar la situación.
¿Es mejor caminar o hacer reposo con ciática?
La respuesta corta es: caminar, pero con precaución.
En la mayoría de los casos, el movimiento ayuda a reducir la rigidez de la espalda, mejorar la circulación y evitar la pérdida de fuerza en la pierna afectada. Sin embargo, no se trata de hacer largas caminatas, sino de mantener un nivel de actividad moderado y progresivo.
- Camina en superficies planas y evita terrenos irregulares que puedan forzar la columna.
- Realiza pausas cada cierto tiempo, especialmente si el dolor aumenta.
- Adopta una postura correcta: mantén la espalda recta y evita inclinarte hacia adelante.
- Evita cargar peso mientras caminas, ya que esto puede aumentar la presión sobre el nervio ciático.
Si el dolor es muy intenso, lo ideal es alternar períodos de descanso con caminatas cortas, en lugar de estar todo el día en reposo.
¿Es recomendable andar o es mejor el reposo absoluto?
El reposo absoluto no es la mejor opción para tratar la ciática. De hecho, estudios han demostrado que permanecer acostado durante mucho tiempo puede hacer que el dolor se prolongue más de lo necesario.
¿Por qué el reposo absoluto no es recomendable?
- Puede debilitar los músculos de la espalda y el abdomen, lo que a la larga aumenta la presión sobre la columna.
- Disminuye la movilidad, lo que puede hacer que la inflamación tarde más en disminuir.
- Puede generar rigidez y hacer que levantarse después de un tiempo sea aún más doloroso.
Excepción: En los primeros 2 o 3 días, si el dolor es muy intenso, se puede hacer un reposo relativo (descansar, pero sin estar acostado todo el día). Pasado este tiempo, es mejor empezar con movimientos suaves y caminatas cortas.
La clave está en no forzar el cuerpo, pero tampoco quedarse completamente inmóvil.
¿Qué hacer cuando el dolor ciático es intenso?
Cuando el dolor alcanza su punto más alto, es fundamental manejarlo de la manera correcta para evitar que se intensifique.
Adopta una postura que alivie la presión sobre el nervio
Muchas personas sienten alivio al acostarse boca arriba con las rodillas flexionadas y apoyadas sobre una almohada.
Usa frío o calor, según la fase del dolor
Si el dolor acaba de aparecer, aplica frío para reducir la inflamación. Si ya llevas varios días con molestias, el calor puede ayudar a relajar los músculos.
Evita movimientos bruscos
No te levantes de golpe ni hagas giros repentinos que puedan empeorar la irritación del nervio.
Utiliza medicamentos bajo supervisión médica
En algunos casos, los antiinflamatorios o relajantes musculares pueden ayudar a controlar el dolor, pero deben ser recetados por un especialista.
Consulta con un especialista si el dolor es incapacitante
Si no puedes moverte o sientes debilidad en la pierna, es momento de buscar ayuda profesional.
¿El reposo prolongado ayuda o empeora la ciática?
El reposo prolongado empeora la ciática en la mayoría de los casos. Después de 48 horas de inactividad, los músculos comienzan a debilitarse y la rigidez aumenta, lo que puede hacer que el dolor sea más difícil de controlar.
Lo ideal es mantenerse en movimiento dentro de lo posible, siempre evitando actividades que generen más dolor.
Recomendaciones clave:
- No pasar más de 30-40 minutos seguidos sentado o acostado sin cambiar de postura.
- Incorporar movimientos suaves y estiramientos progresivos para mejorar la circulación.
- Caminar en intervalos cortos es mejor que estar todo el día en reposo.
- Consultar con un especialista si el dolor no mejora después de varios días.

Tratamiento para la ciática en Bogotá
Si estás lidiando con ciática, sabes lo debilitante que puede ser. No se trata solo de un dolor pasajero; cuando el nervio ciático está comprometido, cada movimiento puede volverse un desafío. Pero quiero que sepas algo: no tienes que vivir con este dolor.
Soy el Dr. Juan Carlos Pérez, neurocirujano y especialista en cirugía de columna, y en Spineax hemos acompañado a cientos de pacientes a recuperar su movilidad y calidad de vida. Cada caso de ciática es diferente, y por eso es fundamental hacer un diagnóstico preciso para encontrar el tratamiento adecuado. Algunas personas mejoran con fisioterapia y ajustes en su rutina, mientras que otras pueden necesitar procedimientos más avanzados. Lo importante es que existen soluciones y estamos aquí para ayudarte a encontrarlas.
Si el dolor ha empezado a limitar tu día a día, si notas debilidad en la pierna o si los síntomas no mejoran, no esperes más. Agenda una consulta con nosotros y trabajemos juntos en un plan de tratamiento personalizado. Nuestra prioridad es que vuelvas a moverte sin dolor y con la seguridad de que tu columna está en las mejores manos.
Preguntas frecuentes sobre ciática
¿La ciática porque da?
La ciática ocurre debido a la compresión o irritación del nervio ciático, generalmente por una hernia discal, estenosis lumbar o tensión muscular excesiva. También puede ser causada por malas posturas, esfuerzo físico repetitivo o traumatismos en la zona lumbar.
¿Ciática a que se debe?
La ciática se debe principalmente a la presión sobre el nervio ciático en la columna lumbar. Esta presión puede ser causada por una hernia discal, una inflamación en los tejidos cercanos, una contractura muscular o incluso por condiciones como la espondilolistesis o el síndrome del músculo piramidal.
¿Ciática donde duele?
El dolor de la ciática se siente en la parte baja de la espalda y se extiende por el glúteo, el muslo y puede llegar hasta la pantorrilla o el pie. Suelen describirlo como una sensación de ardor, hormigueo o descarga eléctrica a lo largo de la pierna afectada.
¿Es la ciática grave?
Se considera ciática grave cuando el dolor es incapacitante, hay debilidad en la pierna o pérdida de sensibilidad, o cuando aparecen síntomas como la pérdida de control de esfínteres. En estos casos, es fundamental buscar atención médica urgente.
Ciática crónica síntomas: ¿Cuáles son?
Los síntomas de la ciática crónica incluyen dolor persistente en la parte baja de la espalda y la pierna, sensación de hormigueo o adormecimiento, y debilidad en los músculos de la pierna afectada. Estos síntomas pueden durar meses o años si no se trata la causa subyacente.
¿Qué se hace con la Ciática que no mejora?
Si la ciática no mejora después de varias semanas de tratamiento conservador, es posible que la causa del problema no esté siendo tratada correctamente. En estos casos, es recomendable una evaluación médica más detallada para considerar opciones como infiltraciones, terapia avanzada o cirugía.
¿Duele la ciática lado derecho?
La ciática puede afectar tanto el lado derecho como el izquierdo, dependiendo de qué raíz nerviosa esté comprimida. La ciática en el lado derecho suele relacionarse con hernias discales lumbares, tensión en el músculo piramidal o problemas en la articulación sacroilíaca.
¿cuáles son las Causas de la Ciática: Compresión Radicular?
La compresión radicular ocurre cuando una raíz nerviosa en la columna lumbar es presionada, lo que provoca inflamación y dolor ciático. Las causas más comunes incluyen hernias discales, osteofitos, espondilolistesis o estenosis del canal lumbar.
¿Qué es ciática musculo piramidal?
El síndrome del músculo piramidal se produce cuando este músculo, ubicado en la parte profunda del glúteo, se tensa en exceso y comprime el nervio ciático. Los síntomas pueden confundirse con la ciática lumbar, pero su origen es muscular y no discal.
¿La Ciática en el embarazo es peligroso?
La ciática en el embarazo no suele ser peligrosa, pero puede ser muy molesta. Se debe a los cambios en la postura, el aumento de peso y la presión del útero sobre el nervio ciático. En la mayoría de los casos, desaparece después del parto.
¿Cuál es la hernia discal lumbar (relacionada con la ciática)?
La hernia discal lumbar es una de las principales causas de ciática. Se produce cuando un disco intervertebral se desplaza y comprime una raíz nerviosa en la columna lumbar, causando dolor, hormigueo y debilidad en la pierna afectada.
¿Cuáles son los tratamientos para la Ciática?
El tratamiento de la ciática depende de la causa subyacente, pero puede incluir fisioterapia, medicación, infiltraciones o, en casos severos, cirugía. La clave es aliviar la presión sobre el nervio y reducir la inflamación.